jueves, 18 de diciembre de 2014

2014, el año más caluroso


Lo afirmaban los expertos y los científicos desde finales de 2013: 2014 iba a ser uno de los años más calurosos de la historia y así lo ratificaba la OMM (Organización Meteorológica Mundial). Et voilà, en los 11 meses (que en unos días pasarán a ser 12) llevamos un historial demasiado caluroso. Y es que en los pocos años que llevamos de siglo XXI, ya hemos superado por más de medio grado a escala mundial la temperatura total de la centuria pasada.
¿Cuántas veces este invierno nos hemos quitado los jerseyes diciendo: "¡qué calor!"? En Valencia, no se ha registrado un año tan cálido desde 1869. Como dijo Camus metafóricamente en "El Malentendido" (y si siguiera vivo lo diría no tan metafóricamente), las arenas quemaban y la playa era el infierno.
Millones de personas apuntan directamente al calentamiento global y los efectos del cambio climático (que llevan en el planeta más tiempo que algunos de nosotros). Y los glaciares se descongelan a un ritmo vertiginoso.
Pero claro, es verdad que teniendo evidencia de las consecuencias del tabaco desde los años 40, los habilidosos líderes de las campañas de las empresas tabacaleras nos disuadieron de que el tabaco mataba durante 50 años con el objetivo de salvar su negocio. Siguiendo una estrategia parecida, muchas compañías petrolíferas están intentando hacernos creer que estas temperaturas cada vez más altas son fruto de la casualidad. Y es que, como dicen los filósofos, son razonamientos inductivos, empiristas, basados en la experiencia y cuanta mayor sea la evidencia, más fuerte es la conclusión. No obstante, los directivos de estas campañas anti-calentamiento global se basan en el argumento deductivo y en la certeza absoluta. Por lo tanto, ¿es preciso destruir nuestro planeta para tener la certeza total de que lo hemos destruido o tal vez hay que cambiar algo? Es nuestro deber cuidar de La Tierra, nuestra casa, porque somos ciudadanos de ella. Si todos ponemos de nuestra partes, estoy seguro de que lograremos mejorar. Este calor de este año es un aviso que nos manda nuestro planeta, al que hay que escuchar.
Cierto es que, digamos, la fecha definitiva del resultado del cambio climático está lejana, pero no por eso debemos ignorar la prioridad de cuidar de nuestro mundo, nuestra casa, nuestro hogar.